Por Dr. Juan Manuel Rosario
Lo primero que debe tenerse en cuenta para iniciar un programa de pérdida de peso es el peso corporal que se tiene en el momento. Este deb sobrepasar el peso corporal adecuado a tu estatura, porque el peso y la estatura tienen una relación directa. A mayor tamaño, mayor peso corporal.
En segundo lugar, hay que hacer un examen general de la salud. Una persona enferma no debe nunca someterse a un programa de pérdida de peso, a menos que esté indicado para enfrentar la enfermedad misma. Esto se debe a que un programa de pérdida de peso puede provocar alteraciones en la salud general, intensificar una enfermedad o provocar el surgimiento de complicaciones de aquella enfermedad o nuevos trastornos de salud.
Otro elemento a tomar en cuenta es el tipo de ejercicios que puede llevarse a cabo según las condiciones corporales y mentales en que te encuentres. Digamos que una persona con lesiones de miembros inferiores, como por ejemplo artritis en los tobillos o las rodillas, nunca debe iniciar caminatas como parte de un plan para rebajar, pues dicho problema de salud puede verse empeorado. Por su parte, una persona hipertensa complicada con insuficiencia cardiaca no debe hacer caminatas largas y mucho menos trotar. Una persona muy obesa no debe correr hasta que haya alcanzado un grado de pérdida de peso en que sus pies, tobillos y rodillas no se vean en peligro por el sobrepeso que soportan.
Algo muy importante que también debe someterse a discusión es el tiempo en que debe perderse las libras de más. Nunca es bueno perder mucho peso en poco tiempo. Inclusive, cuando eso se consigue es generalmente a base de dietas muy nocivas al organismo, pues lo trastornan, alteran el metabolismo, lo que crea estrés orgánico, celular, y termina el cuerpo metido en un callejón sin salida.
El peor mal que se ocasiona una persona sometida a dieta para rebajar es el de pretender una pérdida de peso rápida. Esta no conviene ni siquiera en los casos en que la ganacia de peso haya ocurrido en muy poco tiempo. Las dietas para perder peso muy rápido no pueden ser llevadas por mucho tiempo, pues representan un gran compromiso para la salud general del organismo.
Lo más conveniente es siempre llevar una dieta con la que te puedas quedar por el resto de tu vida, o por lo menos por unos largos meses. Esto se debe a que llevar una dieta para rebajar y luego abandonarla por un menú caprichoso, desequilibrado, es condenarse a volver a lo mismo. Este hecho es la razón de que tantas y tantas personas en el mundo se pasan su juventud y hasta su vejez llendo y viniendo del nutricionista con planes de pérdida de peso. Es lo que se llama “rebajar hoy para engordar mañana”. Es un verdadero dar vueltas a la noria.
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