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Las enfermedades crónicas en el mundo de hoy

Las enfermedades crónicas están en aumento. Gran paradoja, cuando el mundo cuenta cada día con nuevos especialistas en manejarlas médicamente.

Entre las enfermedades crónicas que más atacan al individuo hoy día están la Diabetes y la Hipertensión Arterial. Son dos serios trastornos de salud, ya que se convierten en un monstruo de siete cabezas con la serie de complicaciones que experimentan. La ciencia médica los trata con amplísima cantidad de medicamentos, dejando un tanto a un lado todo lo que tiene que ver con una verdadera prevención de cronificación y complicaciones.

En realidad, los tratamientos que más se emplea para tratar la Diabetes y la Hipertensión Arterial son responsables importantes de su cronificación. Por ejemplo, los hipoglicemiantes orales no hacen mucho por la recuperación del páncreas, órgano diana de la Diabetes, y los anti-hipertensivos convierten en una necesidad eterna el tomarlos para conseguir cierto grado de descenso de la presión.

Las enfermedades a que nos estamos refiriendo provienen generalmente de una serie de daños que el organismo va sufriendo a lo largo de la vida, sea largo o mediano el tiempo recorrido. La alimentación es uno de los factores determinantes en ambas. Sin embargo, las especialidades tienden a concentrarse en tratamientos químicos, dando a la nutrición un carácter de simple apoyo terapéutico en lo que tiene que ver con el funcionamiento normal de los órganos implicados. Solamente los nutrientes pueden lograr la recuperación de los diabéticos, mientras que los hipertensos se benefician grandemente con ella cuando se le combina con una serie de medidas de orden físico y psíquico, como son los ejercicios y el relajamiento.

El SOSDOM recomienda a sus pacientes diabéticos e hipertensos la terapia recomendada por el padre de la medicina, Hipócrates, que son los alimentos, los cuales cuentan con importantísimas propiedades capaces de reducir a nada dichos trastornos.

Entre las recomendaciones dichas incluimos el consumo de alimentos capaces de eliminar la acidificación de la sangre, condición universal en los hipertensos y diabéticos, así como en casi todos los afectados de enfermedades que tengan que ver con el metabolismo celular y orgánico.
A aquellos necesitados de cambiar en rumbo de su enfermedad, les invitamos a solicitar nuestro servicio al correo sosdom@gmail.com, de modo que podamos asistirle para una más segura recuperación de su salud.


Cultura y salud




El grado de cultura es uno de los determinantes en el grado de salud de una sociedad, de una comunidad cualquiera. Inclusive, el grupo de enfermedades que afectan mayormente a una población está también influido por su grado de cultura general.

El hecho de que en la República Dominicana seamos afectados tan preponderantemente por enfermedades como la Anemia Ferropénica, las Diarreas Agudas, la Parasitosis Intestinal, el Dengue, y otras de tipo infecto-contagiosas, está impulsado de modo importantísimo por nuestro déficit en cultura general.

Las sociedades desarrolladas, con un consabido mayor grado de cultura general, son afectadas más frecuentemente por enfermedades de otro orden, como las cardiovasculares y las neoplasias o tumores, relacionadas menos con el grado de sanidad doméstica en que se desenvuelven sus individuos, aunque sí con el estilo de vida.

Sin embargo, el estilo de vida de las naciones sub-desarrolladas se está pareciendo peligrosamente al de aquellas otras naciones, que tienen resueltos sus problemas socio-económicos básicos, pues somos consumidores de sus productos tecnológicos, como el automóvil, el televisor, el teléfono... Así, ya caminamos muy poco, y comemos con demasiada frecuencia la llamada comida rápida, tan nociva a la salud general y la cardiovascular en particular.

Es por esto que el SOSDOM se ha estado empeñando en presentar a instituciones públicas del país proyectos culturales que fomenten el interés de los individuos por documentarse en buenas fuentes de información, como son los libros, en los que el lector no se encuentra con la andanada de publicidad mal intencionada que prolifera en la televisión, ni con los programas desorientadores que cubren la mayor parte del tiempo de los canales.

A mayor cultura, mejor salud, pues. Anímese a cultivar hábitos que le documenteny estará mejorando sus perspectivas de salud y sus expectativas de vida!