Está ocurriendo algo que tiene a mucha gente inquieta y hasta molesta. Se trata de la pandemia de Influenza o Gripe porcina, sobre la cual se está advertiendo a todas las naciones del mundo.
SOSDOM considera que las reacciones de las diversas comunidades locales (que van de la simple indiferencia a la burla, pasando por la resistencia activa a adoptar medidas de aislamiento e inactividad) tienen cierto carácter lógico por el modo poco cauto en que se han desenvuelto las autoriades de salud mundial y también locales. El modo en que han actuado ha sido como originado por un interés en causar pánico antes que precaución.
A nuestro parecer, las advertencias se han recostado extremadamente en preservarse de un contacto con enfermos y han obviado inexplicablemente aquellas medidas que pueden ser puestas en práctica aun antes de que la enfermedad toque suelo alguno. Entre las mismas están incluidas la del consumo de alimentos útiles a conseguir una mejor defensa orgánica, como lo es el consumo de frutas cítricas y ciertos tipos de vegetales de ensalada, como el tomate. Igualmente, el consumo de líquidos en cantidad suficiente como para que el organismo mantenga una buena producción de orina, cosa que ayuda importantemente a deshacernos de elementos extraños que hayan podido llegar a nuestra sangre.
También podemos incluir en esas medidas útiles la alimentación balanceada, evitando el consumo de alimentos muy cargados de grasas, los cuales vuelven pesada la circulación de la sangre. Además, los ejercicios físicos regulares, que permiten un mejor funcinamiento del parato cardiopulmonar, con lo que los pulmones pueden librarse más fácilmete de pequeños cuerpos extraños.
La ventilación de las habitaciones en el hogar es una medida de mucha ayuda para reducir las posibilidades de contaminación el ambiente doméstico, conlo que el contagio es menos probable. A esta medida es necesario sumar la de aislar a los enfermos declarados en la familia, dejándolos dormir solos en una habitación.
El consumo de algunos alimentos en particular y en suficiente frecuencia pude permitir inclusive echar atrás un contagio en desarrollo. Es así como el consumo de cebollas crudas y la ingesta abundante de limón agrio, puro o diluído en agua, ayudan de modo aceptable a aquellos que presentan síntomas de enfermedad infecciosa, como lo son el malestar general, los dolores musculares, las fiebres y la inapetencia repentina.
Nos parece que medidas como las que acabamos de recomendar pueden terminar dando más ayuda a las diversas poblaciones, sobre todo porque son muy de fiar cuando ocurren hechos como el presentado actualmente en República Dominicana, por el cual a unamujer extranjera le fue diagnóstica dicha Influenza precisamente cuando acababa de abandonar suelo dominicano. Si las advertencias sobre las defensas del organismo hubiran estado siendo puestas sistemûticamente en práctica por la población en riesgo (especialmente la del Este del país), la alarma y el operativo epidemiológico montado hubiera resultado no sólo más efectivo, sino también menos espectacular y menos expuesto a medidas contradictorias.
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